Tecnologías aplicadas al periodismo

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS SOBRE LIBERTAD DE EXPRESIÓN

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS SOBRE LIBERTAD DE EXPRESIÓN
DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

PREÁMBULO


REAFIRMANDO la necesidad de asegurar en el hemisferio el respeto y la plena vigencia de las libertades individuales y los derechos fundamentales de los seres humanos a través de un estado de derecho;

CONSCIENTES que la consolidación y desarrollo de la democracia depende de la existencia de libertad de expresión;

PERSUADIDOS que el derecho a la libertad de expresión es esencial para el desarrollo del conocimiento y del entendimiento entre los pueblos, que conducirá a una verdadera comprensión y cooperación entre las naciones del hemisferio;

CONVENCIDOS que cuando se obstaculiza el libre debate de ideas y opiniones se limita la libertad de expresión y el efectivo desarrollo del proceso democrático;

CONVENCIDOS que garantizando el derecho de acceso a la información en poder del Estado se conseguirá una mayor transparencia de los actos del gobierno afianzando las instituciones democráticas;

RECORDANDO que la libertad de expresión es un derecho fundamental reconocido en la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Resolución 59(I) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Resolución 104 adoptada por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, La Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como en otros instrumentos internacionales y constituciones nacionales;

RECONOCIENDO que los principios del Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos representan el marco legal al que se encuentran sujetos los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos;

REAFIRMANDO el Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que establece que el derecho a la libertad de expresión comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas sin consideración de fronteras y por cualquier medio de transmisión;

CONSIDERANDO la importancia de la libertad de expresión para el desarrollo y protección de los derechos humanos, el papel fundamental que le asigna la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el pleno apoyo con que contó la creación de la Relatoría para la Libertad de Expresión, como instrumento fundamental para la protección de este derecho en el hemisferio, en la Cumbre de las Américas celebrada en Santiago de Chile;

RECONOCIENDO que la libertad de prensa es esencial para la realización del pleno y efectivo ejercicio de la libertad de expresión e instrumento indispensable para el funcionamiento de la democracia representativa, mediante la cual los ciudadanos ejercen su derecho a recibir, difundir y buscar información;

REAFIRMANDO que los principios de la Declaración de Chapultepec constituyen un documento básico que contempla las garantías y la defensa de la libertad de expresión, la libertad e independencia de la prensa y el derecho a la información;

CONSIDERANDO que la libertad de expresión no es una concesión de los Estados, sino un derecho fundamental;

RECONOCIENDO la necesidad de proteger efectivamente la libertad de expresión en las Américas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en respaldo a la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, adopta la siguiente Declaración de Principios;

PRINCIPIOS

1. La libertad de expresión, en todas sus formas y manifestaciones, es un derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas. Es, además, un requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática.

2. Toda persona tiene el derecho a buscar, recibir y difundir información y opiniones libremente en los términos que estipula el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Todas las personas deben contar con igualdad de oportunidades para recibir, buscar e impartir información por cualquier medio de comunicación sin discriminación, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, sexo, idioma, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.

3. Toda persona tiene el derecho a acceder a la información sobre sí misma o sus bienes en forma expedita y no onerosa, ya esté contenida en bases de datos, registros públicos o privados y, en el caso de que fuere necesario, actualizarla, rectificarla y/o enmendarla.

4. El acceso a la información en poder del Estado es un derecho fundamental de los individuos. Los Estados están obligados a garantizar el ejercicio de este derecho. Este principio sólo admite limitaciones excepcionales que deben estar establecidas previamente por la ley para el caso que exista un peligro real e inminente que amenace la seguridad nacional en sociedades democráticas.

5. La censura previa, interferencia o presión directa o indirecta sobre cualquier expresión, opinión o información difundida a través de cualquier medio de comunicación oral, escrito, artístico, visual o electrónico, debe estar prohibida por la ley. Las restricciones en la circulación libre de ideas y opiniones, como así también la imposición arbitraria de información y la creación de obstáculos al libre flujo informativo, violan el derecho a la libertad de expresión.

6. Toda persona tiene derecho a comunicar sus opiniones por cualquier medio y forma. La colegiación obligatoria o la exigencia de títulos para el ejercicio de la actividad periodística, constituyen una restricción ilegítima a la libertad de expresión. La actividad periodística debe regirse por conductas éticas, las cuales en ningún caso pueden ser impuestas por los Estados.

7. Condicionamientos previos, tales como veracidad, oportunidad o imparcialidad por parte de los Estados son incompatibles con el derecho a la libertad de expresión reconocido en los instrumentos internacionales.

8. Todo comunicador social tiene derecho a la reserva de sus fuentes de información, apuntes y archivos personales y profesionales.

9. El asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada.

10. Las leyes de privacidad no deben inhibir ni restringir la investigación y difusión de información de interés público. La protección a la reputación debe estar garantizada sólo a través de sanciones civiles, en los casos en que la persona ofendida sea un funcionario público o persona pública o particular que se haya involucrado voluntariamente en asuntos de interés público. Además, en estos casos, debe probarse que en la difusión de las noticias el comunicador tuvo intención de infligir daño o pleno conocimiento de que se estaba difundiendo noticias falsas o se condujo con manifiesta negligencia en la búsqueda de la verdad o falsedad de las mismas.

11. Los funcionarios públicos están sujetos a un mayor escrutinio por parte de la sociedad. Las leyes que penalizan la expresión ofensiva dirigida a funcionarios públicos generalmente conocidas como “leyes de desacato” atentan contra la libertad de expresión y el derecho a la información.

12. Los monopolios u oligopolios en la propiedad y control de los medios de comunicación deben estar sujetos a leyes antimonopólicas por cuanto conspiran contra la democracia al restringir la pluralidad y diversidad que asegura el pleno ejercicio del derecho a la información de los ciudadanos. En ningún caso esas leyes deben ser exclusivas para los medios de comunicación. Las asignaciones de radio y televisión deben considerar criterios democráticos que garanticen una igualdad de oportunidades para todos los individuos en el acceso a los mismos.

13. La utilización del poder del Estado y los recursos de la hacienda pública; la concesión de prebendas arancelarias; la asignación arbitraria y discriminatoria de publicidad oficial y créditos oficiales; el otorgamiento de frecuencias de radio y televisión, entre otros, con el objetivo de presionar y castigar o premiar y privilegiar a los comunicadores sociales y a los medios de comunicación en función de sus líneas informativas, atenta contra la libertad de expresión y deben estar expresamente prohibidos por la ley. Los medios de comunicación social tienen derecho a realizar su labor en forma independiente. Presiones directas o indirectas dirigidas a silenciar la labor informativa de los comunicadores sociales son incompatibles con la libertad de expresión.

prensa.com Panamá - Mosaico Dominical

PELIAGUDA ESTÁ LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN AMÉRICA.

prensa.com Panamá - Mosaico Dominical

Sobre la periodista Norma Núñez Montoto

Presentación de Norma Núñez Montoto, Premio a la Excelencia Periodística 2011, por Rafael Candanedo

12 de mayo de 2011
Hotel El Panamá
Premio Nacional de Periodismo

Buenas noches:

“El amor es un pájaro rebelde/
que nadie puede dominar,/
y se le llama bien en vano,/
si él prefiere rechazar”.
Si fuese la ética un pájaro rebelde abultarían los cazadores al acecho y - junto al quetzal, la guacamaya, la torcaza y la paloma titibú- estaría en peligro de extinción.
Si se trata del amor, /
“el ave a la que crees sorprender/
batió el ala y voló...”

Que se vaya y desaparezca, que vuele y no regrese... así quisieran espantarlo hasta el infinito y a la galaxia primigenia quienes se asquean de la libertad de expresión y la ética del periodista. En pagos propios y ajenos, es extensa la lista de los repugnados.

Mentholatum

La persona a quien debo presentar -y que ya estoy presentando- piensa que, como el amor, la ética es un pájaro rebelde, y sustenta que en el periodismo la ética puede ser hasta Mentholatum en la búsqueda de la felicidad. (Abro comillas): “La ética es, además de un valor, el derecho que todos tenemos de ir en busca de lo que más nos hace felices; y que además de nuestras desgracias, también retraten nuestras alegrías”. (Cierro comillas).
(Abro comillas) “Dos jóvenes saltan la ignominiosa cerca en alas de la enseña patria” (cierro comillas). Así escribió el novelista y periodista Joaquín Beleño para la portada de La Prensa del 10 de enero de 1964. La leyenda de la obra del lente de Emilio Gastelú, fotografía que simboliza la epopeya nacional...Epopeya nacional que impulsó la caída de “la cerca ignominiosa”, el desmantelamiento de las bases militares de Estados Unidos y la transferencia 35 años después del Canal a Panamá.
En La Prensa, para más señas, en el departamento comercial, se afanaba la persona homenajeada. Ascendiente de una familia vinculada al periodismo y a las letras, fue natural el salto al reporterismo de prensa y televisión. La descendencia se ha primoreado en ese camino.

En la fragua del reporterismo se forjan su compromiso con la palabra, la palabra bien dicha, amor por la lengua materna, la defensa de sus ideales, el respeto por la profesión y por la suerte de sus colegas. Y su pasión por el periodismo y su regateada función social. No tiene ningún sentido que un periodista sea oidor o mirón de la realidad. Es su deber ser intérprete de ella, y, de paso, ser fiscalizador del poder, en su variopinto menú.
Los cazadores del “pájaro rebelde” no duermen, al afanarse en castrar esa función interpretativa, de forma tal que el periodista sucumba ante la desidia cívica de resistir, se le borre, si es que lo tiene, el pensamiento crítico, que renuncie a pensar, a confrontar, a defender los espacios de libertad conquistados con sudor y sangre, y que, como afirma quien estamos homenajeando, esos espacios de libertad, abro comillas, “están a punto de convertirse en dinosaurios manipuladores de la información”, cierro comillas.

Enemigo interno
El enemigo también se encuentra a lo interno de las redacciones, cuando, en una empresa de una naturaleza particular, se le retira su responsabilidad con la audiencia; cuando el reflector se concentra en el mercantilismo sin la responsabilidad de ser foro para el debate público. “La manipulación mediática hiere mortalmente la democracia”, apostilla.
Dirigente nacional e internacional de los colegas, no ha cesado su lucha de décadas por el bienestar personal y profesional de ellos, y ha estimulado y creado distintas instancias para elevar su nivel académico e intelectual.

Y lo ha evidenciado con el ejemplo: con una honrosa hoja de servicios en medios nacionales y en agencias internacionales informativas, y en el liderazgo profesional, y en medio del entusiasmo de la abuelazón, buscó el aula universitaria, y obtuvo su licenciatura y maestría en Periodismo. Más que para colgar diplomas ofrecer un espaldarazo a la profesión. Fundó, además, un espacio de estudios avanzados de la profesión y de reflexión ética, en asocio con una organización internacional.

Fuera la mediocridad, fuera el pensamiento simplista y simplificador, fuera la intolerancia, fuera las certezas ciegas. Contra la simplificación, contra la superficialidad, contra la chabacanería, contra el discurso hueco, y contra la manipulación, con sus lobos manipuladores y sus ovejas manipuladas.

Es la conciencia de la persona a quien en esta ocasión rinde homenaje el Fórum de Periodistas por la Libertades de Expresión e Información. Una conciencia que es ejemplo de ciudadanía, luz, pasión, trabajo, nariz a prueba de malos olores, olfato aguzado, liderazgo, talento y ética. Así en el periodismo puede llegarse a ser “diva”. El Premio a la Excelencia Periodística 2011 es para NORMA NÚÑEZ MONTOTO.


HRF: Defendiend​o la libertad de expresión en Panamá

Durante el último mes, la Human Rights Foundation (HRF) estuvo trabajando intensamente para denunciar el deterioro de la libertad de expresión en Panamá. Como producto de este trabajo, se obtuvieron resultados alentadores, que incluyeron una polémica pública con el presidente Martinelli y una gran cobertura de medios de comunicación internacionales, alertando sobre un espectáculo triste y demasiado familiar: un presidente electo de América Latina comportándose como un déspota.

Déjeme darle un poco de contexto: entre el 26 y 28 de febrero de este año, dos periodistas y activistas de derechos humanos españoles, Francisco Gómez Nadal y Pilar Chato Carral, fueron detenidos, arrestados y expulsados arbitrariamente de Panamá por ejercer un periodismo crítico del gobierno y por realizar actividades legítimas como defensores de derechos humanos.

La HRF entrevistó a Gómez Nadal, investigó exhaustivamente su caso, y, el 5 de abril, publicó un informe jurídico, junto a una carta para el presidente Martinelli. La carta insta al jefe de Estado panameño a permitir que Gómez Nadal y Chato Carral puedan regresar a Panamá de forma segura e inmediata, en cumplimiento del derecho internacional en materia de libertad de expresión.

La cobertura mediática fue global: EFE, la mayor agencia de noticias en español, publicó un artículo detallando las acciones de la HRF. Este artículo fue publicado en múltiples periódicos de España, América Latina y Norteamérica, como The Chicago Tribune. La HRF estuvo también en la portada de La Prensa, el periódico más grande de Panamá, y en artículos de las demás fuentes principales de noticias de Panamá, como La Estrella, La Crítica y El Panamá América.

El acoso continuo a los medios de prensa en Panamá está teniendo un efecto negativo sobre la libertad de expresión en ese país. Es por ello que la elaboración de informes a cargo de organizaciones internacionales como la HRF permite que los medios panameños puedan dar cobertura a estos abusos con celeridad y sin miedo a sufrir represalias.

CNN en Español ha tomado un interés particular en el caso de Gómez Nadal y Chato Carral. Javier El-Hage, Director Jurídico de la HRF, fue convocado dos veces para dar entrevistas, y éstas fueron transmitidas en cuatro programas de televisión para todos sus espectadores en América Latina y Norteamérica.

El presidente Martinelli respondió a nuestra carta, en un comunicado de prensa que hizo a EFE y a otros periódicos panameños, afirmando que no se puede permitir el regreso de estos periodistas españoles porque, para hacerlo, tendría que cambiar las leyes panameñas.

El presidente Martinelli no dio más detalles ni especificó qué ley panameña sería infringida por el retorno de los periodistas. Su declaración recibió atención inmediata de políticos panameños, intelectuales, y activistas de los derechos humanos. Samuel Lewis Navarro, el ex canciller de la República, calificó la declaración de Martinelli como absurda y falsa, y destacó que no hay base jurídica para los reclamos del Presidente.

En respuesta a Martinelli, la HRF explicó que no estaba pidiendo que las leyes panameñas sean cambiadas, sino solicitando que éstas sean aplicadas y que Gómez Nadal y Chato Carral puedan gozar de las garantías del debido proceso establecidas en la Constitución y las leyes de ese país. Una vez más, la HRF fue entrevistada en el programa de CNN en Español, Conclusiones, para exponer este criterio.

Los periodistas españoles afectados han expresado su profundo reconocimiento por la labor que la HRF ha desempeñado en la documentación y exposición pública de su caso. Desde la participación de la HRF, este caso está recibiendo una atención internacional sin precedentes, por lo que esperamos se pueda facilitar el retorno de estos periodistas y defensores de derechos humanos, y a la vez disuadir futuros ataques contra la libertad de expresión en Panamá.

Según Reporteros Sin Fronteras, el último año Panamá sufrió un descenso abrupto del puesto 55 al 81, entre los 178 países monitoreados en la clasificación mundial de la libertad de prensa. A su vez, la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP), en su asamblea general de 2010, afirmó que “[e]n el último semestre la libertad de prensa se vio amenazada por acciones de instituciones del gobierno del presidente Ricardo Martinelli”.

La carta e informe jurídico de la HRF obligaron al presidente Martinelli a tratar de justificar sus acciones y sus declaraciones suscitaron una crítica generalizada. La HRF continúa comprometida con la solución de este caso, y con la libertad de expresión en Panamá.

Les agradezco por su continuo interés en nuestro trabajo.

Atentamente,

LIBERTAD DE EXPRESIÓN, SEGÚN EL SISTEMA INTERAMERICANO

EN DEFENSA DE ÁLVARO ALVARADO

Por James Aparicio*
En los últimos cinco meses he leído dos artículos, publicados en los diarios La Estrella de Panamá y La Prensa, escritos y firmados por el periodista Alvaro Alvarado, titulados "Mi Vía Crucis en Democracia" y "Periodismo en Democracia", donde el comunicador social denuncia con vehemencia las presiones de las cuales es objeto y de una campaña de infundios y amenazas constantes y crecientes. Su testimonio debe movilizar al periodismo nacional, a la defensoría del pueblo, a los derechos humanos y al propio gobierno, por la gravedad de los hechos.
Los periodistas son, en la democracia, el primer vehículo para que se conozcan los problemas,conflictos, casos de corrupción e injusticias.
Fueron las publicaciones del diario La Prensa, con declaraciones del excoronel Roberto Díaz Herrera, las que dieron al traste con el régimen militar y descubrieron lo que ya se denunciaba alrededor de la cúpula militar de entonces.
Las preocupaciones de Alvarado de noviembre, son similares a las de abril. Llamadas telefónicas intimidantes, correos electrónicos con amenazas, chats con insinuaciones de violencia y agresión física y duras críticas en emisoras de radio, inclinadas a defender la gestión gubernamental, con un lenguaje que va más allá del debate y terminan cayendo en la diatriba.
Si algo que se puede descatar de este periodista chitreano, es su independencia y también su valentía.
Productor y presentador de Esta es mi Tierra, Productor y conductor de Debate Abierto y Choque de Opiniones y ahora conductor y principal periodista del noticiero matutino de Telemetro Reporta, es sin lugar a dudas, de una generación de periodistas y comunicadores sociales, que se han puesto al servicio de la comunidad.
El periodismo no es perfecto. Todos los comunicadores sociales han errado en algún momento de su ejercicio profesional y en la emoción por destruir los monstruos que amenazan la democracia, se han cometido excesos y hasta olvidado el equilibrio que reseñan los libros.
Fue el periodismo el que descubrió en los últimos cuarenta años los más sonados casos de corrupción pública y con su testimonio de cobertura, abrió los ojos a la investigación sobre el incendio en el centro de cumplimiento de menores, el pasado 9 de enero.
Alvarado no es, ni será "monedita de oro" para todos. Sin embargo, el desacuerdo no puede dar pie a que desconocidos o personas con nombre y apellido se contagien de lo ilegal para intimidar o intentar callar a un periodista, comentarista o reportero, que cumple con las obligaciones de su trabao profesional.
No voy a juzgar a quienes a través de la televisión o la radio, han lanzado un intenso "fuego graneado" contra Alvarado, porque en defensa de la libertad de expresión, hasta esos duros cuestionamientos son parte del principio que defendemos.
Sin embargo, no comparto los ataques personales, las insinuaciones agresivas y el acoso político contra un periodista o un colega de la prensa nacional.
En los regímenes de fuerza y también en democracia el periodismo tiene sus adversarios y también sus enemigos. Es propio del oficio.
En dictadura, el dictador y su aparataje. En democracia el crimen organizado, la mafia de las drogas, los radicales, los políticos corruptos, las coorporaciones que desafían a la ley y el autoritarismo.
Hemos pasado de la demanada por calumnia e injuria al enfrentamiento directo.
Habrá que hacer un alto porque un periodismo bajo fuego, debilita las instituciones propias de la democracia moderna. Y esto incluye la integridad de los periodistas y comunicadores sociales.
Aquí hace falta más valentía de los gremios del periodismo, la sociedad civil, los gremios de la empresa privada, los partidos y los líderes de opinión.
Panamá se merece la recuperación del camino correcto. Y todo parece indicar que el camino está torcido con todos sus peligros.
Artículos publicados por el periodista Alvaro Alvarado
Mi vía crucis en democracia
Por Alvaro Alvarado
Veintiséis años han pasado desde que tomé la decisión de abandonar mi patria chica, Chitré, para venir a la ciudad con el gran sueño de convertirme en un profesional y construir una familia. Como todo en la vida, comenzar no fue fácil, pues, a diferencia de mis compañeros de la capital, para mi todo se complicaba por ser un joven que ni siquiera conocía las calles y avenidas de la gran ciudad.
Fui superando los obstáculos que la vida me presentaba con la ayuda de mi familia, que, con un gran esfuerzo y sacrificio, me dio todo su apoyo para seguir adelante. En diciembre de 1989, en Panamá reinaba el caos y la incertidumbre, bombas, muertos y saqueos. Se me presenta la oportunidad de mi vida: trabajar como periodista en la Corporación Panameña de Radiodifusión. Asumí el reto y hoy, casi 21 años después, he logrado ganarme el respeto de la comunidad panameña por mi verticalidad e independencia, valores que aprendí de mi hogar y de mis profesores.
En estos 21 años he dado cobertura a cuatro elecciones presidenciales y me ha tocado compartir con cinco gobiernos diferentes. Durante todo este tiempo he vivido momentos difíciles, pero llevaderos, en los que nunca una crítica o un cuestionamiento fue considerado como una conspiración contra el gobierno. Las cosas han cambiado y hoy los niveles de frustración que siento me obligan a denunciar los duros ataques personales de que estoy siendo víctima desde dos medios de comunicación vinculados a altos personeros del gobierno.
Estos dos medios utilizan para sus malsanos propósitos a verdaderos mercenarios del micrófono, que como niños con juguete nuevo, juegan sin ninguna clase de escrúpulos con la noble tarea que impone el periodismo. ¿Pero cuáles han sido los pecados que he cometido para que estos personeros del gobierno, allegados al presidente de la República, hayan decidido derramar todo su odio e intriga en mi contra y de mi familia?
Hoy, me confieso ante el Altar de la Patria y dejo al descubierto mis posibles pecados:
1. Haber cuestionado a un oficial de la Policía Nacional al golpear a dos trabajadores de una estación de gasolina.
2. Haberme hecho eco de las críticas al gobierno por la contratación de una empresa familiar para el bordado de los logos de las camisas de trabajo.
3. Haber cuestionado a las autoridades por el incremento en los niveles de criminalidad en nuestro país.
4. Haber sido fundador del movimiento ciudadano Cruzada por la Paz.
5. Mi apoyo desinteresado al proyecto de transformación educativa, por considerarlo necesario para el desarrollo del país.
6. Pedir al gobierno que reconsiderara la decisión de aprobar la ley 30 tal y como se hizo, desconociendo las críticas de la sociedad civil.
7. Haber llamado insistentemente a nuestros gobernantes para que atendieran el problema de Bocas del Toro previendo una explosión social.
8. Haber pedido a gritos a las partes en conflicto por la Ley 30 que se sentaran a resolver el problema por la vía del diálogo.
9. Mi apoyo al proyecto del Metrobús ante el caótico sistema de transporte existente en la ciudad capital que tanto luto y dolor ha ocasionado en los hogares panameños.
10. Haber preguntado en múltiples ocasiones, dónde quedaron las promesas de campaña encaminadas a reducir los precios de la canasta básica familiar.
11. Haber criticado el rumbo que ha tomado nuestra justicia, luego del nombramiento de los dos nuevos magistrados y la salida de la procuradora general de la Nación, Ana Matilde Gómez.
Pregunto ahora, ¿qué pecado mortal he cometido o es que en democracia el decir lo que uno piensa tiene un costo tan alto?
La situación ha llegado a tales niveles que he pensado que hasta mi vida corre peligro por algunos mensajes que he recibido y que a veces prefiero pasar por alto.
Los periodistas serios no somos enemigos del gobierno, lo que queremos es que se cumpla con las reglas de la democracia. Un país donde se respeten las instituciones, la libertad de expresión, la independencia de los poderes, donde exista una verdadera justicia.
'Sin Libertad de Expresión y sin el libre ejercicio a la profesión no hay democracia'.
*PERIODISTA.
Publicado en La Estrella de Panamá
Periodismo en democracia
PorÁlvaro Alvarado
El 11 de noviembre pasado escribí un artículo en el que denuncié una serie de ataques y amenazas de que era víctima, por el simple hecho de ejercer mi profesión de periodista. Personas sin escrúpulos, valores ni solvencia moral eran los autores materiales e intelectuales de tales campañas dirigidas a destruir mi credibilidad con todo tipo de calumnias e injurias.
En aquel momento, conversé sobre el tema con el presidente, Ricardo Martinelli, y, luego, con el ministro de la Presidencia, Demetrio Papadimitriu, ambos me expresaron su rechazo a ese tipo de prácticas, señalando que tomarían las medidas para que estas cosas no siguieran sucediendo. Han pasado cinco meses y ahora la situación se ha vuelto a complicar.
La Estrella de Panamá reveló, en su edición del lunes 21 de marzo, la existencia de un supuesto complot para sacar a la Lic. Ana Matilde Gómez de la Procuraduría, denuncia que fue hecha por la Lic. Zulay Rodríguez. Esta noticia tenía, según mi parecer y el de la mayoría de los medios periodísticos del país, un gran peso por los personajes que estaban involucrados. En ese momento, comencé a mover cielo y tierra para lograr que la denunciante estuviera en mi noticiero hablando del tema. Luego de muchos esfuerzos logramos que Rodríguez aceptara nuestra invitación y fue así como empezó nuestro seguimiento del delicado tema.
Ese fue mi gran pecado; desde ese día comenzaron las llamadas y los mensajes de advertencia en los que me decían que me preparara, porque los involucrados en el supuesto complot estaban tramando un plan con el fin de desacreditarme a como diera lugar. Las advertencias pasaron a amenazas; la pasada semana recibí llamadas en las que me decían que si no dejaba el tema Zulay a la buena, lo haría a la mala, porque iban a destruir mi reputación, haciendo uso de cualquier patraña.
Las advertencias y amenazas se convirtieron en realidad y hoy algunos títeres, mercenarios, nuevos Codepadis o sicarios de los medios, que se autodenominan periodistas o analistas, han iniciado una campaña negativa en mi contra, por el simple hecho de ejercer el periodismo. Pero lo preocupante de todo esto es que los ataques se originan en programas en los que solo se escucha propaganda de Gobierno. ¿Debería, entonces, deducir que gente vinculada al Gobierno está detrás de estos ataques?
El 20 de diciembre de 1989, cuando se produjo la caída de la dictadura militar, soñé que nunca más volveríamos a vivir esos momentos, cuando ejercer el periodismo era un peligro; sin embargo, tengo que confesar que la situación ha llegado a tal nivel que a veces siento temor y hasta deseos de colgar los guantes, hacer maletas y salir huyendo de este país. Pero me siento, reflexiono y me digo a mí mismo que la lucha por construir un mejor Panamá, en el que se respete y valore el libre ejercicio de la profesión, tiene que seguir.
Durante estos 21 años de actividad periodística me ha tocado ver cómo los políticos que están en oposición aplauden a los medios cuando divulgan escándalos que involucran al Gobierno, sin embargo, esos mismos políticos al llegar al poder convierten a los medios en enemigos cuando los hallazgos que se divulgan tienen relación con su gestión de Gobierno.
No puede ser que, por el simple hecho de expresar lo que uno siente y piensa, tengamos que vernos sometidos a situaciones en las que se intimida, atacando al mensajero y no el mensaje.
* Publicado en el diario La Prensa

prensa.com Panamá - opinion

REPÚBLICA BARATARIA

prensa.com Panamá - opinion

La pasión por el fascinante idioma español es el norte de esta bitácora. Discutamos todas nuestras inquietudes y comentarios sobre la materia.

VISITANTES DEL MUNDO