Tecnologías aplicadas al periodismo

SOBRE PACO GÓMEZ NADAL: La ceremonia del adiós


Por Rodrigo Noriega

Decía Susan Sontag que la vida era un conjunto de despedidas, ya que siempre nos encontrábamos terminando relaciones y etapas de nuestra vida que nos obligaban a despedirnos.  La salida intempestiva del país de Paco Gómez y su esposa Pilar, es una de esas ceremonias inconclusas que no se llegaron a dar ni tenían razón de ser.

Desde el comienzo de la República el Poder ha usado el arma del exilio como instrumento de represión y acallamiento   de los disidentes.  A Belisario Porras el gobierno del colombiano Manuel Amador Guerrero le quitó su nacionalidad y a Porras no le quedó otra que irse del país, hasta que un nuevo gobierno se la devolviera.  Al sucesor de Porras en la Presidencia Rodolfo Chiari al verse superado por las protestas del movimiento inquilinario no le quedó otra que echarle la culpa a los extranjeros “agitadores”, ya que los nativos se supone que somos dóciles.  Así se fueron los hermanos Blasquez de Pedro, Sara Gratz y Esteban Pavlevich.  Los primeros 2 murieron en las cárceles del dictador cubano Machado, y el último se exilió en México y con Víctor Raúl Haya de la Torre fundó el APRA.  De Sara Gratz, nunca supe su destino final.

Fue después de la segunda guerra mundial cuando el poder se aprendió la lección de la conspiración internacional con la cual Remón pudo expulsar incontables españoles refugiados de la guerra civil, lo que simplemente no podían tener sus papeles y debían irse del país.  Muchos fueron los exiliados panameños de los años 50 y 60.  Desde Arnulfo Arias y Diógenes de la Rosa hasta César De León.

La dictadura militar reinventó el exilio, que en otros casos se hizo imposible para los disidentes mantenerse en Panamá.  Floyd, Eliodoro y Héctor nos recuerdan esa situación.  Otros como Leopoldo Aragón se inmolaron para denunciar lo que pasaba.  Bernal se tuvo que exiliar 2 veces.

Desde 1990 la deportación de los extranjeros agitadores ha sido arma política de turno.  Desde Gustavo Gorriti, y algunos lideres sociales de MODESCO, y SUNTRACS se tuvieron que marchar del país o fueron deportados injustamente.  Hoy, Paco y Pilar se suman a esa lista. 

De parte de los panameños decentes, les pido perdón por lo que el gobierno de mi país les ha hecho.  Les agradezco todo el valor y el coraje que han tenido para dar la cara por todos los que no tienen voz en Panamá y sobre todo por aquellos a los que el Poder atropella sin reparo.  Espero  que muy pronto podamos recuperar Panamá para la decencia, la institucionalidad y tenerles de vuelta – y recibirlos como héroes – en esta casi ha sido la patria que ustedes han escogido bendecir con su sacrificio.

Estoy seguro que si la noticia de su expulsión viniera de Venezuela, Nicaragua o Cuba, los mismos mercenarios de la opinión pública que lo han atacado y difamado, se rasgarían sus vestiduras y reclamarían a los 4 vientos que los “derechos humanos” salieran a defenderlos.

Gracias por desenmascarar al Poder, sus fines y sus medios.  Una vez más y de todo corazón discúlpennos por el Gobierno que tenemos.

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